Si optas por la primera opción, tienes la ventaja de que puedes comer o cenar realtivamente barato, como hicimos nosotras, por eso un día decidimos darnos un homenaje.
Buuueno, vale, nos dimos dos, pero es que somos tan morricos finos que no pudimos resistirnos :)
El primer restaurante que probamos es Tondeluna, un restaurante en una plaza muy bonita y concurrida cerca de la calle Laurel, la zona de pinchos por excelencia.
Es aconsejable ir bajo reserva, ya que se llena enseguida. El local por dentro es amplio y luminoso, aunque no me convencieron las mesas comunes que parecen estar de moda, y más cuando sabes que este tipo de sitios se llena al completo, así que decidimos quedarnos en la terraza.
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Entrada al restaurante vista desde la terraza. |