Bollitos de trigo sarraceno

Después de unos días en la Costa del Sol junto a mi catador, vuelvo a la carga con nuevas recetas.

Han sido unos días maravillosos, llenos de todo eso que tanto echamos de menos hacer el resto del año. 

A mi personalmente el sur me enamora. Puede que sea porque mis vacaciones toda la vida han sido allí, al ser mi madre andaluza. Por eso le tengo un cariño tan especial y hace que siempre que pueda me escape unos días allí en verano. 

Para esta ocasión, alquilamos una casa de pueblo típica, donde no teníamos ni TV ni internet. Tengo que reconocer que los primeros días fueron un poco extraños al no sentirnos conectados de algún modo con nuestro mundo virtual. 

Pero poco a poco y curiosamente dejamos de echarlos de menos. Mejor dicho, aprendimos a hacerlo. Tan sencillo como sustituirlos por leer un libro, salir a dar un paseo o tener una buena conversación. 

Y no me arrepiento de nada, la verdad. Creo que a veces es muy necesario desconectar de todo eso y conectar más con nosotros mismos ;)

Esa desconexión también me ha hecho que vuelva con más ganas, y qué mejor que con esta receta de unos bollitos de trigo sarraceno. Podéis tomarlos para el desayuno, merienda o como acompañamiento en cualquier comida, eso queda a vuestro antojo, pero de cualquier modo están buenísimos :)

Ingredientes: (6 bollitos)

Medida vaso mediano para:
2 vasos de harina de trigo sarraceno
1 vaso de agua
1 cubito de levadura fresca de panadero
Sal
Aceite de oliva
Pipas de girasol peladas

Elaboración:

En un bol echamos el agua, la harina tamizada, un puñado de sal, 3 cucharadas de aceite y deshacemos la levadura. Mezclamos y dejamos reposar la masa tapada con un trapo de cocina mínimo unas dos horas a temperatura ambiente para que suba. 

Cuando haya pasado el tiempo de la masa y comprobemos que ha subido, ya podremos manejar. En ese momento, subimos a 210º el horno con calor arriba y abajo. En la superficie donde vayamos a manejar la masa, espolvoreamos con harina. Estiramos y amasamos unos 10 minutos hasta que coja la consistencia adecuada. Podemos añadir un poco de aceite o harina, o alternándolos para que nos ayude a manejar mejor la masa.

Una vez la tengamos, añadimos las pipas de girasol y volvemos a amasar. Cogemos porciones de masa y vamos rellenando las 3/4 partes de moldes de magdalena. Horneamos entre 20 y 30 minutos, hasta que estén doraditos. Sacamos y dejamos enfriar.