Pollo en salsa

Si vais a preparar esta receta aseguraos de tener al lado un buen trozo de pan, de lo contrario, no os lo recomiendo. Lo pasareis mal, os lo aseguro. 

Y es que quién no ha sufrido alguna vez estando en algún bar o restaurante cuando te traen un plato con una salsa buenísima, pero arggg! no te traen pan!! o se te acaba justo cuando empiezas a rebañarla como si no hubiera un mañana. Y es que a mí personalmente me encanta mojar pan en las salsas. Os digo por experiencia que en momentos así no conozco la vergüenza, he dejado platos tan limpios rebañando con pan que bien me podrían haber empleado de friegaplatos :) 

Así que desde aquí reinvindico esta costumbre popular, que no debería perderse nunca. ¿Qué mejor evidencia para un cocinero o cocinera de que su plato ha salido rico? Sin duda, un piropo en toda regla ;)

 

Ingredientes:

1 pechuga entera de pollo (yo usé pollo de corral)

Aceite de oliva

1 zanahoria

1 o 2 puñados de guisantes (yo utilicé congelados)

4 o 5 dientes de ajos

1 pastilla de caldo

2 vasos de caldo de pollo (si no tenéis caldo de pollo casero usaremos 2 vasos de agua)

1 chorrito de vino blanco

Pimentón picante

Cúrcuma

Orégano

Romero

Tomillo

1 hoja de laurel

 Elaboración:

En una sartén, echamos un chorrito de aceite de oliva y sofreimos a fuego medio la pechuga una vez limpia y troceada. Lavamos los ajos, partimos por la mitad y añadimos a la sartén. Pelamos, lavamos y troceamos la zanahoria para echarla a la sartén junto con los guisantes. Añadimos las especias y la hoja de laurel. Una vez que la pechuga esté doradita, vertemos el vino blanco. Cuando se haya evaporado, echamos la pastilla de caldo que sustituirá la sal en este plato junto con los dos vasos de caldo. Si teneis caldo de pollo casero el sabor será mucho más potente, pero si no echaremos los dos vasos de agua. Bajamos a fuego lento y tapamos, y en 1/2 hora la mitad del caldo se habrá consumido, con lo que nos quedará una salsita como la que podéis ver en la foto.