Trenza de nocilla con almendras

A cucharadas.

Así me estaba comiendo yo la nocilla que el mes pasado nos regalaba Degustabox.

Y es que llega un momento en la vida de toda persona en que le apetece algo dulce (a mí me llegan muy a menudo).

Así que me pongo a buscar por la cocina y no encuentro nada salvo este bote de nocilla guardado como oro en paño en el armario. 

En ese momento, aparece mi angelito aconsejándome de que no caiga en la tentación, que lo reserve para hacer la famosa Tarta Huesitos que tantas veces he preparado pero que aún no he subido al blog.

Pero dos segundos más tarde aparece mi diablillo soltándome que qué carajo, Carpe Diem y a vivir que son dos días, y que ya me lo dijo mi madre: no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.

Ante semejante retahíla de frases populares, mi angelito tira la toalla y decide esfumarse. Sabe que cuando se trata de dulce tiene la batalla perdida.

Menos mal que apareció a tiempo Escarlata con su blog Mascake Scarlett para salvarme de acabar a cucharadas con el bote entero, dándome una gran idea de cómo aprovechar mejor la nocilla. Suerte que tenía un lámina de hojaldre lista para usar en la nevera, siempre me gusta tener porque nos salva de más de un apuro en muchas ocasiones.

Así que en menos de media hora ya compartía butaca con mi diablillo contemplando cómo la trenza de hojaldre se horneaba, llenando la cocina de ese olorcillo tan bueno.

Qué buen trabajo en equipo :)

¡Viva el glaseado!

 P.D. El angelito fue invitado a la degustación de la trenza de nocilla.

Ingredientes:

1 lámina de hojaldre rectangular refrigerada

1 bote de nocilla de almendras

1 puñado de almendras peladas y tostadas

Para el glaseado:

10 cucharadas de azúcar glas

1 clara de huevo

Elaboración:

Precalentamos el horno a 190º parte de abajo. Extendemos la lámina de hojaldre. Metemos la nocilla en el micro unos segundos para que sea más fácil de untar. Con una lengueta extendemos bien la nocilla por toda la superficie del hojaldre. Picamos las almendras y echamos por encima.

Empezamos a enrrollar con cuidado la lámina por uno de los extremos, y cuando hayamos acabado, con un cuchillo cortamos el rollo por la mitad dejando uno de los extremos unidos. Ahora empezamos a trenzar con cuidado el hojaldre, pasando ambos lados uno por encima del otro e intentando que los bordes cortados donde se ven las capas queden hacia arriba.

Horneamos unos 20 minutos, enciendo cuando queden 5 minutos la parte de arriba también del horno y cuando veáis que está hecho, apagamos el horno y sacamos.

Mientras enfria, preparamos el glaseado. En un recipiente echamos el azúcar glas y la clara de huevo y batimos con las varillas unos 10 segundos. Cuando veais que está bien integrado y no haya ningún grumito, extendemos el glaseado por la trenza ayudándonos de un pincel de cocina.