Empanadillas de carne

Ya estoy de vuelta!

Mi viaje por Murcia fue rápido pero intenso. Celebrábamos algunos cumpleaños ya pasados y por venir, y el estreno del nuevo piso de mis cuñados. Era la excusa perfecta para que la familia se viera después de tanto tiempo y disfrutara de la compañía de los demás. 

Cómo no, todo tuvo lugar alrededor de una gran mesa llena de comida, y como siempre ocurre en estas ocasiones, la sobremesa fue larga. Tanto que se nos hizo media noche y allí seguíamos sentados aún! :D

Pero mi familia política tiene algo especial. Disfrutan del momento, y nunca tienen prisa por acabar la fiesta. Les gusta pasarlo bien y todo el mundo es bienvenido a su casa. Desde el primer momento se muestran tal y cómo son, sin engañar a nadie, y si les apetece cantar o bailar lo harán delante de quien sea, hasta del mismísimo Papa.

Es lo que me gusta de ellos, que no tienen tapujos a la hora de hacer lo que les apetece en su casa, de manifestar su opinión sincera acerca de las cosas,  de reir por todo, pero sobre todo de uno mismo, o de abrazarte y besarte no por comprosimo sino porque de verdad así lo sienten. Por todo esto y mucho más, los quiero así, como son :)

También ha sido un finde de comer, cómo no. Acabas comiendo de más. Yo no puedo evitarlo. Pero es que encima, todo me sabe mejor!!! Por ejemplo, siempre que vamos a casa de su abuela nos prepara una ensalada que a mi me sabe a gloria. Sólo pone lechuga, cebolla y tomate. Pero os prometo que he visto y probado pocos tomates que se me sepan tan bien.

Son de un rojo intenso, de ese que siempre echamos a faltar en el super, y tienen un sabor más intenso aún. Yo siempre le digo a su abuela lo ricos que están, a lo que ella me contesta medio sorprendida medio confusa: "Pues son del mercado.", queriendo decir que no tienen nada de especial, pero ya me gustaría tener ese mercado cerca cada vez que saliera a comprar tomates.

En fin, no me enrrollo más. Hoy la receta que os traigo es una de esas de nuestro famoso apartado: Recetas de aprovechamiento. Y ¿por qué? Porque las empanadillas son las reinas del aprovechamiento. Aceptan casi cualquier tipo de relleno. 

Así que más chula que un ocho, he decidido utilizar la carne con verduras de mi última receta para rellenar estas empanadillas caseras. Si ya estaba buena la carne de por sí, con un poquito de queso rallado y envueltas de masa de pan...mmmmm!!!!

 Ingredientes: 

Para el relleno: 

Receta de solomillo de cerdo con verduras

Tomate frito

Queso rallado

Para la masa:

1 vaso de harina integral
1/2 vaso de agua
Sal
1/4 vaso de aceite de girasol
1 sobre de levadura
Aceite de oliva

Elaboración:

Precalentamos el horno a 210º con la parte arriba-abajo encendida. Preparamos la masa mezclando los ingredientes en un bol. Dejamos reposar la masa 1 o 2 horas a temperatura ambiente. Sacamos, y en una bandeja de horno cubierta con papel de horno, empezamos a colocar círculos de masa. Cubrimos los círculos con una cucharada de tomate frito, luego otra con el relleno de la carne, y espolvoreamos por encima el queso rallado. Procurad no llenar mucho con relleno ya que luego será más dicífil cerrar nuestras empanadillas. Una vez hemos cerrado nuestras empanadillas, vamos apretando el borde con un tenedor. Podéis bañarlas con un huevo batido para que cojan más color, aunque yo en este caso no lo hice. Metemos al horno unos 20 min. Cuando estén doradas, apagamos el horno, sacamos y reservamos. Están de vicio tanto calentitas como frias.