¿Alguna vez os han sorprendido con la frase "Prepara la maleta que nos vamos, pero no puedo decirte donde, es una sorpresa"?
Lo cierto es que yo llevaba esperándola toda la vida, jajaja, porque soy una peliculera y romanticona empedernida. También porque me encanta viajar, y no hay mejor regalo para mí que un viaje, una experiencia, una escapada a algún lugar...más que cualquier otra cosa material. Y eso mi catador lo sabe bien.
Así que por mí 30 cumpleaños quiso sorprenderme así, llegando un viernes por la noche con una tarta de zanahoria encargada a una pastelería del barrio y soltándome la famosa frase. ¡No podía ser más feliz!
Lo primero que pensé fue: "Por fin acierta en los regalos" :) (sí, lo siento, no pude evitarlo)
Y lo segundo fue: "¿Dónde me llevará? ¿Cuál será ese lugar secreto?"
Pues ese lugar secreto fue nada más y nada menos que la ciudad de Ávila, que no conocía y este verano se me quedó en el tintero. Así que me gustaría compartir con vosotros esta escapada por si aún no la conoceis.
Vista de la catedral desde arriba de la muralla |
Nosotros fuimos un sábado por la mañana y volvimos un domingo por la tarde. Como ocurre siempre, de cuanto más tiempo dispongas mejor, pero lo que me gusta de estas ciudades castellanas es que son relativamente pequeñas pero llenas de atractivo turístico para que no te quedes ni un minuto sin nada que hacer.
Nos alojamos una noche en el Hotel de 4 estrellas "Palacio de los Velada".
Un auténtico palacio antiguo en frente de la catedral cuyo interior esconde un patio que es una auténtica joya para la vista.
Para mí fue toda una sorpresa porque no estoy acostumbrada a quedarme en sitios así cuando viajo, así que me sentía como una princesa en un castillo. Y ubicado como ya os he dicho en una zona privilegiada, justo en el centro de la ciudad.
Antes de empezar nuestra ruta por la ciudad, buscamos un buen sitio para comer. Habíamos ido sin referencia alguna, así que nos costó un poco encontrar un lugar que nos convenciera a los dos y que no estuviera lleno de gente. Era un fin de semana de septiembre cualquiera, pero las calles estaban abarrotadas, quizás también porque se cumplía el V centenario de Santa Teresa.
Fachada Hotel Palacio de los Velada |
Para mí fue toda una sorpresa porque no estoy acostumbrada a quedarme en sitios así cuando viajo, así que me sentía como una princesa en un castillo. Y ubicado como ya os he dicho en una zona privilegiada, justo en el centro de la ciudad.
Antes de empezar nuestra ruta por la ciudad, buscamos un buen sitio para comer. Habíamos ido sin referencia alguna, así que nos costó un poco encontrar un lugar que nos convenciera a los dos y que no estuviera lleno de gente. Era un fin de semana de septiembre cualquiera, pero las calles estaban abarrotadas, quizás también porque se cumplía el V centenario de Santa Teresa.
Al final nos decidimos por El buen yantar, un restaurante ubicado en la plaza de la ciudad y que por un buen precio ofrecía un menú para dos personas donde podías degustar los platos típicos.
Como la cocina iba un poco lenta por la cantidad de gente que había, nos trajeron con la bebida un aperitivo para ir abriendo boca. Una empanadilla casera rellena de pisto y una croqueta de carne, todo un detalle que devoramos rápidamente.
De entrantes debíamos elegir dos, y nos decantamos por las judías de Barco de Ávila y las patatas revolconas.
Y como plato principal para compartir chuletón como no podía ser de otra manera.
No pudimos acabarlo entero, pero lo que sí nos acabamos fue el postre. Una especie de bizcoflan de chocolate casero muyo rico.
En total con café y chupito incluido 32 euros. Como veis, un sitio con una calidad-precio muy recomendable.
Esa tarde nos dedicamos a pasear tranquilamente por el centro, curioseando tiendas, iglesias y rodeando la ciudad por fuera para admirar la monumental muralla que cerca toda la ciudad y comprobar lo bien conservada que está.
Tenía muchísimas ganas de fotografiarme con ella porque era una de esas postales que desde pequeña había visto y revisto en mi casa cuando me entretenía a ver los álbumes de fotos de familia. Mis padres fueron en su viaje de novios y habían inmortalizado ese momento, así que me parecía gracioso repetir ese momento tantos años después.
Esa noche decidimos salir a cenar, y para la ocasión elegí un sitio al que había echado el ojo esas misma tarde paseando y que después de buscar opiniones en internet me había acabado de convencer. Sin duda el gran descubrimiento del viaje: el restaurante Revolutum.
Volvería de nuevo cada vez que fuera a Ávila porque nos encantó. Y ya no sólo por lo bien que cenamos sino por el encanto del lugar tanto por dentro como por fuera. Detalles como las paredes pintadas de varios colores, velas al centro de la mesa, paredes vestidas con motivos vegetales y muebles de madera, un estilo vintage y divertido que está muy de moda ahora y que a mí personalmente me gusta mucho.
Como la cocina iba un poco lenta por la cantidad de gente que había, nos trajeron con la bebida un aperitivo para ir abriendo boca. Una empanadilla casera rellena de pisto y una croqueta de carne, todo un detalle que devoramos rápidamente.
De entrantes debíamos elegir dos, y nos decantamos por las judías de Barco de Ávila y las patatas revolconas.
Y como plato principal para compartir chuletón como no podía ser de otra manera.
No pudimos acabarlo entero, pero lo que sí nos acabamos fue el postre. Una especie de bizcoflan de chocolate casero muyo rico.
En total con café y chupito incluido 32 euros. Como veis, un sitio con una calidad-precio muy recomendable.
Esa tarde nos dedicamos a pasear tranquilamente por el centro, curioseando tiendas, iglesias y rodeando la ciudad por fuera para admirar la monumental muralla que cerca toda la ciudad y comprobar lo bien conservada que está.
Tenía muchísimas ganas de fotografiarme con ella porque era una de esas postales que desde pequeña había visto y revisto en mi casa cuando me entretenía a ver los álbumes de fotos de familia. Mis padres fueron en su viaje de novios y habían inmortalizado ese momento, así que me parecía gracioso repetir ese momento tantos años después.
Esa noche decidimos salir a cenar, y para la ocasión elegí un sitio al que había echado el ojo esas misma tarde paseando y que después de buscar opiniones en internet me había acabado de convencer. Sin duda el gran descubrimiento del viaje: el restaurante Revolutum.
Volvería de nuevo cada vez que fuera a Ávila porque nos encantó. Y ya no sólo por lo bien que cenamos sino por el encanto del lugar tanto por dentro como por fuera. Detalles como las paredes pintadas de varios colores, velas al centro de la mesa, paredes vestidas con motivos vegetales y muebles de madera, un estilo vintage y divertido que está muy de moda ahora y que a mí personalmente me gusta mucho.
Para empezar la velada, me pedí una copa de vino de la casa. Muy suave, como me gusta.
Nos trajeron de aperitivo unos chupitos de remolacha que estaban de vicio.
Uno de los encargados del restaurante no tuvo problemas en aconsejarnos sobre cuántos platos pedir si nuestra idea compartir y llegar a probar los postres. Al final nos decantamos por unos chips de berenjena con miel de la Alcarria, unas croquetas carbonara y un queso de oveja al horno con pan tostado. Quizás lo que menos triunfó fueron las croquetas, pero aún así estaba todo riquísimo.
Y qué decir de los postres. Mi catador se pidió un mousse de leche merengada y yo uno de los postres estrella de la casa: una copa de crema de queso con fresas y galletas oreo. Sólo decir que parecíamos dos niños rebañanando con la cucharita el vaso, sin importarnos hacer ruido, jaja!
La noche acabó rápido porque empezó a llover fuerte y no tuvimos más remedio que volver al hotel. La mañana del domingo la dedicamos a subir a la muralla y ver la ciudad desde arriba, plan que os aconsejo porque tienes unas vistas muy bonitas de todo el paisaje castellano si el tiempo acompaña.
Prácticamente se nos hizo la hora de comer, y por no volver a estar buscando dónde sentarnos, volvimos al Revolutum pero esta vez a probar su menú. Creo recordar que eran unos 12 euros por persona. Aún hacía calor y nos pusimos en su terraza. Incluía un primero, un segundo, bebida y postre. De primero yo me pedí la ensalada de canónigos con nube de queso y mi catador las migas.
De segundo, él pidió merluza y yo una tosta con una carne picada en salsa acompañada de patatas.
Por último, tarta de queso (no podía ser de otra manera, jeje). Un trozo grande para una persona que yo disfruté como una enana.
Antes de decir adiós a Ávila y poner rumbo a Madrid de nuevo compramos una cajita de las famosas yemas de Santa Teresa, muy parecidas a la que probé en Caravaca de la Cruz. Tengo que decir que no triunfaron mucho, demasiado dulces incluso para mí, y eso que soy golosa.
Así que si aún no conoceis esta ciudad os invito a que vayais y os deis el capricho de un finde fuera de casa,que vendreis como nuevos para afrontar el lunes y la semana entera :)
Además, es una gozada viajar en esta época del año entrando otoño y ver los colores que ofrecen los árboles. Para mí es todo un espectáculo ya que en Valencia no estamos tan acostumbrados a ver este tipo de árboles por allí, y verlos así de bonitos parecen de cuento.
Nos trajeron de aperitivo unos chupitos de remolacha que estaban de vicio.
Uno de los encargados del restaurante no tuvo problemas en aconsejarnos sobre cuántos platos pedir si nuestra idea compartir y llegar a probar los postres. Al final nos decantamos por unos chips de berenjena con miel de la Alcarria, unas croquetas carbonara y un queso de oveja al horno con pan tostado. Quizás lo que menos triunfó fueron las croquetas, pero aún así estaba todo riquísimo.
Y qué decir de los postres. Mi catador se pidió un mousse de leche merengada y yo uno de los postres estrella de la casa: una copa de crema de queso con fresas y galletas oreo. Sólo decir que parecíamos dos niños rebañanando con la cucharita el vaso, sin importarnos hacer ruido, jaja!
La noche acabó rápido porque empezó a llover fuerte y no tuvimos más remedio que volver al hotel. La mañana del domingo la dedicamos a subir a la muralla y ver la ciudad desde arriba, plan que os aconsejo porque tienes unas vistas muy bonitas de todo el paisaje castellano si el tiempo acompaña.
Prácticamente se nos hizo la hora de comer, y por no volver a estar buscando dónde sentarnos, volvimos al Revolutum pero esta vez a probar su menú. Creo recordar que eran unos 12 euros por persona. Aún hacía calor y nos pusimos en su terraza. Incluía un primero, un segundo, bebida y postre. De primero yo me pedí la ensalada de canónigos con nube de queso y mi catador las migas.
De segundo, él pidió merluza y yo una tosta con una carne picada en salsa acompañada de patatas.
Por último, tarta de queso (no podía ser de otra manera, jeje). Un trozo grande para una persona que yo disfruté como una enana.
Antes de decir adiós a Ávila y poner rumbo a Madrid de nuevo compramos una cajita de las famosas yemas de Santa Teresa, muy parecidas a la que probé en Caravaca de la Cruz. Tengo que decir que no triunfaron mucho, demasiado dulces incluso para mí, y eso que soy golosa.
Así que si aún no conoceis esta ciudad os invito a que vayais y os deis el capricho de un finde fuera de casa,que vendreis como nuevos para afrontar el lunes y la semana entera :)
Además, es una gozada viajar en esta época del año entrando otoño y ver los colores que ofrecen los árboles. Para mí es todo un espectáculo ya que en Valencia no estamos tan acostumbrados a ver este tipo de árboles por allí, y verlos así de bonitos parecen de cuento.
Mi querida amiga, tomo buena nota de esos sitios, hace años que estuve en Avila, y no me importaria repetor, ya veo que fue un precioso regalo, esa escapada que creo a tosas las personas que somos viajeras es el regalo mas preciado que nos pueden hacer. Mil besicos cielo
ResponderEliminarPues tienes que repetir prontito y si puedes probar estos sitios que seguro que te gustan :) Yo volvería solo por comer otra vez allí, jijiji. Besitos para tí amiga!!
Eliminar¡Qué bonita entrada! Yo estoy deseando que mi marido me haga algo similar, pero ahora, con la llegada de la niña lo veo más difícil :(
ResponderEliminarMe alegro un montón por tí
¡Besos mil!
Ayyy querida Cuca, no te preocupes que todo llegará, y en cuanto tengas a tu princesita en casa ya verás qué ganas tendrás de compartir esos viajes con ella :) 1 besote enorme guapa!
Eliminar¡¡Menuda suerte chica!! Eso si que es una sorpresota, envidia me das...
ResponderEliminarPreciosa ciudad, precioso hotel y buenísimos restaurantes :) Disfrutaste como una enana y no es para menos.
Un beso, y feliz lunes.
Muchas gracias Debora!! Encantada de que te haya gustado, 1 besote guapa!!
EliminarMenuda sorpresa , esas sí que molan ehhhhh !!!
ResponderEliminarTengo muchas ganas de ir a Ávila, pero últimamente lo de viajar escasea por circunstancias personales , pero vamos en cuanto tenga la mínima oportunidad me acerco . De momento me regalo la vista con tus fotos . Gracias por compartirla. La comida muy rica , pero esas patatas revolconas me llevan la vida, qué ricura por favorrrrrrr.
Besinos.
Pues cuando puedas no dudes porque quedarás encantada, y ya sabes, si puedes prueba estos sitios que seguro que te gustarán ;) Ánimo y espero que puedas concenderte ese viajecito pronto, ánimo guapa!!
EliminarQue alegría cuando se oye hablar asi de mi tierra querida, que a pesar de que soy palentina, conocí a un Abulense hace cincuenta años, y aquí me quede y aqui seguire para siempre.
ResponderEliminarÁvila es una ciudad tranquila, bonita y entrañable donde una se siente muy a gusto .
Felicidades amiga.
Muchas gracias querida! Qué bonito que te haya gustado mi entrada, y qué historia tan bonita la que cuentas. Siéntete privilegiada de vivir en un sitio tan especial como tu ciudad, se nota que te gusta y eres feliz allí. Lo importante es que la sientas como tu hogar, y por lo que dices creo que así es :) 1 besazo enorme!
EliminarQue disfrute de viaje!!besos
ResponderEliminarGracias guapi!! Besos!!
EliminarCoincidencia, yo he estado este fin de semana en Ávila. Cuando he visto tu entrada me ha hecho una gracia, lo mismo nos hemos visto por allí y todo, si este es el finde que has estado. Estoy de acuerdo contigo en todo, yo he estado más veces porque vivo en Madrid, y es una ciudad pequeñita pero con mucho encanto y con mucho que ver. Me alegro que lo pasaras tan bien, y como bien dices se come de maravilla.
ResponderEliminarUn beso
Vaya, qué casualidad! Me hubiera encantado coincidir contigo, jejeje. Yo fui en Septiembre, pero lo bueno es que las dos la tenemos cerquita y es un destino ideal para desconectar de Madrid. Es una gozada contar con ciudades así tan cerquita de la capital. Espero que tú también la disfrutaras muchísimo. 1 besazo y feliz finde!
EliminarNo! Nos nos han sorprendido con esa frase...pero ojalá lo hagan porque tu escapada se nota de lo mejor! Y estas cosas son las que más cuentan al fin y al cabo! Un besito
ResponderEliminarPues sí, son esos detalles los que cuentan más que nada. Y seguro que algún día cae la frase famosa, ya veréis ;) 1 besote chicas!!
Eliminarque envidia de escapada y de sorpresa, hace dos veranos estuve allí unos dias y me encantó y por cierto que bien que se come ehh!! un besote guapa!
ResponderEliminarAyy sí que se come bien sí :) Volvería sólo por eso, jijiji! 1 besazo gordo!!
Eliminar¡Pero qué sorpresa más bonita te ha dado tu catador! No podés quejarte porque hasta te ha dicho las palabras mágicas que tanto esperabas :D Hermoso tu viaje y la posibilidad de compartirlo como si estuviéramos con vos. Las fotos: una más bonita que la otra. Además, nos permiten disfrutar de paisajes y lugares como si estuviéramos allí.
ResponderEliminarMe alegra mucho que la hayas pasado tan bien en esta escapada sorpresa ;)
Un beso grande.
Muchas gracias querida! Mi catador lo tenía todo bien planeado, hasta las palabras mágicas :D La verdad es que fue una escapada muy especial, de esas que no quieres que acaben nunca. Ojalá puedas visitar esta ciudad algún día, pero me alegro de que te hayas sentido allí por un momento viendo las fotos ;)
Eliminar1 besote grande!!!
Que sorpresa más bonita. Mis tíos se casaron en Avila y toda la familia nos quedamos en ese mismo hotel esos días, que casualidad jajajaja
ResponderEliminarUn saludo :)
¿No me digas? :D
EliminarJajaja, qué casualidad!! El hotel es precioso, seguro que tu familia y tú quedasteis encantados :)
1 besote!!